Borraron con marcadores los patrocinadores del uniforme para poder jugar la Copa Intercontinental del 2004

Osvaldo Hernández

LA PATRIA Manizales

El 12 de diciembre del 2004 será una fecha recordada en la historia del Once Caldas. Ese día, el Blanco, vestido de negro, jugó la Copa Intercontinental de Clubes. Lo hizo en Yokohama (Japón) ante el Porto, de Portugal, equipo con el que empató 0-0 en 120 minutos de juego y perdió 8-7 en la definición desde el punto penal.

Más allá de la derrota, el Once Caldas recibió el subtítulo mundial de Clubes en lo que fue la última Copa Intercontinental, ya que este partido le dio paso al Mundial de Clubes.

Detrás de ese juego hay un sinnúmero de historias. Como la que les tocó capotear la noche antes del partido por un descuido. No leyeron la letra menuda del compromiso y les tocó correr a comprar marcadores finos para borrar las marcas que habían llegado al equipo después de haber ganado la Copa Libertadores del 2004, justo para este partido mundial.

Varios delegados del equipo, entre ellos el profe Luis Fernando Montoya, el capitán Samuel Vanegas y el jefe de prensa Felipe Cardona, fueron a la presentación de la final. Tanto el Oporto como el Once Caldas mostraron las indumentarias que iban a utilizar en el choque.

Terminado el acto, el Club fue notificado de que no podía utilizar ese uniforme con esa cantidad de marcas estampadas. El contrato no lo permitía y nadie advirtió el hecho.

"No nos dimos cuenta a tiempo; nadie nos dijo nada, solo allá nos enteramos", recuerda Jairo Quintero Trujillo, el dirigente que lideró el grupo ejecutivo que llevó al Once a ser el Rey de América.

Ante esta situación y con la premura del tiempo, Miguel Rodas (kinesiólogo), Julián Alberto Giraldo (gerente deportivo) y a Felipe Cardona (jefe de prensa) les tocó correr a conseguir los marcadores que permitieran borrar las marcas de Café de Colombia y Bellsouth.

"Toda la noche nos tocó quedarnos arreglando los uniformes para evitar seguramente una multa o algo parecido", contó José Miguel Rodas.

Al otro día, en la mañana colombiana, noche japonesa, el Once saltó a la cancha con el uniforme negro, pero aún se veía en la espalda de los jugadores el nombre de Café de Colombia. Solo le dejaron el de Cerveza Poker, el autorizado por la organización.

Finalmente, el Club no recibió ningún tipo de penalización, más allá tener que borrar las marcas y perder la final después de haberla llevado a 120 minutos de juego y 8 cobros desde los 12 pasos. Tuvo el título con Jhónatan Fabbro y Edwin García y fallaron.

Ficha técnica del partido

Estadio: Estadio Internacional de Yokohama.

Árbitros: Jorge Larrionda (Uruguay) (amonestó a Arango, Diego (m.51 y m. 120, expulsado), Fabbro, Jorge Costa, Seitaridis y De Nigris).

FC Porto: Vítor Baía (Nuno, m.100); Seitaridis, Jorge Costa, Pedro Emanuel, Ricardo Costa; Costinha, Diego, Maniche; Derlei (Carlos Alberto, m.69), McCarthy y Luís Fabiano (Quaresma, m.78).

Once Caldas: Juan Carlos Henao; Miguel Rojas, Roller Cambindo (Cataño, m.46), Samuel Vanegas, Edwin García; Rubén Velásquez, Jhónatan Fabbro, Jhon Viáfara, Elkin Soto (Herly Alcázar, m.99); Diego Arango (Díaz, m.61) y Antonio De Nigris.

Cobros: Vanegas: gol; Diego: gol; Alcázar:gol; Carlos Alberto:gol; Viafara:gol; Quaresma: gol; De Nigris: gol; Maniche: falló; Fabbro: falló; McCarthy: gol; Velásquez: gol; Costinha: gol; Díaz: gol; Jorge Costa: gol; Caetano: gol; Ricardo Costa: gol; García: falló. Pedro Emanuel: gol.