Adolfo 'Bofo' Bautista, el último ídolo de Chivas que hipnotizaba con su personalidad

Adolfo 'Bofo' Bautista anotó 49 tantos con las Chivas de Guadalajara (Foto: Gerardo Zavala/LatinContent via Getty Images)
Adolfo 'Bofo' Bautista anotó 49 tantos con las Chivas de Guadalajara (Foto: Gerardo Zavala/LatinContent via Getty Images)

Adolfo Bofo Bautista tiene un legado en el futbol mexicano. El guanajuatense tiene la dicha de ser recordado como uno de los últimos ídolos de las Chivas de Guadalajara. Su manera de ser y sus extrovertidas actuaciones dentro y fuera de la cancha le tienen marcado un sitio como el futbolista que no le pesó la playera rojiblanca, mucho menos en los momentos más importantes.

Para hablar del Bofo hay que tener algo claro, el delantero pudo haber caído bien o mal, pero nunca pasó desapercibido ante la afición. Ya no solo por su anotaciones cuando se enfundaba la casaca del conjunto tapatío, sino por todo lo que rodeaba el mecanismo mercadotécnico y así como su imagen que atraía hasta a los no conocedores. Bautista ya sea por sus festejos, sus peinados, su indumentaria o sus goles daba de qué hablar.

Solo un personaje de su altura podría usar los dorsales número 100 y 58 en sus camisetas. Solo él podría haber dibujado la silueta de una chiva como corte de cabello, donde variaba el rojo, rubio y la mohicana. Además, ¿quién se atrevería a regalar a la grada un zapato cada que anotaba gol?, sólo él. En partidos donde el calor y humedad eran factores él usaba guantes para frío de la marca Chivas.

Adolfo debutó con los Tecos de Universidad Autónoma de Guadalajara en 1998, luego de haberle llenado el ojo a Víctor Manuel Vucetich, quien lo descubrió en una tercera división del equipo universitario. Ahí comenzó su camino irreverente, pues salió de los Tecolotes tras una supuesta riña con Andoni Hernández, compañero de vestuario.

Algo que acompañó a Bautista a lo largo de su carrera fue su forma de ser, tan echada para delante. Tras problemas y rencillas fue traspasado al Morelia en 2002. Con los Monarcas alcanzó estancias a las que el club no estaba acostumbrado, pues en dos ocasiones alcanzaron a llegar a la final del torneo mexicano en el Apertura y Clausura 2002. Ambas las perdieron, aunque el Bofo fue clave en ambos títulos. Con los michoacanos alcanzó a mover las redes en 25 ocasiones de 55 partidos.

Ya para 2003 fue fichado por el Pachuca. Con los Tuzos escribió el preámbulo de lo que sería la mayor de sus etapas gloriosas. Con los de Hidalgo ganó su primer campeonato en el Apertura 2003, donde marcó un tanto en la gran final en la que los de La Bella Airosa ganaron 3 a 2 a los Tigres de la Universidad de Nuevo León.

Adolfo Bautista consiguió el título de la Liga MX con Chivas en 2006 (Foto: Francisco Estrada/Jam Media/Getty Images)
Adolfo Bautista consiguió el título de la Liga MX con Chivas en 2006 (Foto: Francisco Estrada/Jam Media/Getty Images)

Todo estaba destinado para que llegara a vestir los colores del Rebaño Sagrado, al que expresó apego y donde siempre quiso demostrar su talento. En 2004 aterrizó en las instalaciones de Verde Valle. Jorge Vergara, en ese entonces dueño del Chiverío fue apegado a sus ideales y convicciones: crear un vestidor con los mejores jugadores de México. Bautista apuntaba a ser el “9” que todos querían tener.

La segunda mitad de la primera década del año 2000 fue para el Bofo el armado de un guión de película hollywoodense. En el primer semestre del 2004 las Chivas consiguieron acceder a la gran final del futbol mexicano. Oswaldo Sánchez, Omar Bravo, Ramón Morales, Carlos Salcido, Francisco Palencia y compañía completaron la cuadrilla que buscaría levantar el título. En penales los de Jalisco fueron derrotados ante los Pumas de la UNAM y Bautista perdería su tercera final del balompié azteca.

Fue entonces en 2005 que el Rebaño se metió en la Copa Libertadores. En los cuartos de final del certamen sudamericano se vieron las caras ante el Boca Juniors de Argentina. El resultado en el cotejo de ida fue de 4-0 a favor de los locales con un derechazo de media vuelta de Adolfo Bautista. El Estadio Jalisco aplaudió la actuación y agradeció ver la humillación de los Xeneizes. Luego sucedió el calvario.

Y sí, los fanáticos de Chivas recuerdan con dolor los noventa minutos que se jugaron en la Bombonera de Buenos Aires; ya no por el marcador, sino porque su figura se encontraba a más de 7 mil kilómetros sin respaldo. El escenario espectacular, con el inmueble de la Boca donde no cabía un alma, pero sí la personalidad del Bofo. Con cuatro goles a favor, el ariete rojiblanco recordó a la banca el resultado, lo que detonó una trifulca.

Martín Palermo propinó un cabezazo al delantero chiva. Jorge Benítez, director técnico del Azul y Oro escupió en el rostro a Bautista. Escoltado por la policía argentina el atacante salió recriminado por los hinchas sudamericanos que no pudieron hacer con futbol lo que sus jugadores prometieron. Por si fuera poco, dos espontáneos saltaron a la cancha y agredieron al futbolista: “Sentía que todo el estadio estaba en contra de mi y que querían golpearme”, recordó el Bofo en entrevista para el canal de Youtube Zabalive.

El título con Chivas llegó en el Apertura 2006, luego del fallecimiento de su madre. Tal desgracia resultó inspirador para el Bofo Bautista, pues rindió homenaje al ponerle la leyenda My Angel al reverso de sus camisetas para recordar a quien le dio la vida.

Tras un breve paso por los Jaguares de Chiapas de 2007 a 2009, Adolfo regresó a Guadalajara para jugar la Copa Libertadores de 2010, no sin antes disputar la Copa del Mundo de Sudáfrica en el mismo año. En la justa internacional de Sudamérica, las Chivas llegaron a la final y se enfrentaron al Internacional de Porto Alegre. En la ida el Rebaño cayó 2 a 1. Para la vuelta, antes de comenzar el encuentro se entonó el himno mexicano. Para sorpresa de todos el cántico fue pausado cuando se entonaba y comenzó el canto de Brasil. Bautista fiel a su estilo rompió la formación y comenzó a calentar en señal de molestia. Nuevamente fue abucheado por la afición.

Pero vamos, que la mayoría de los mexicanos agradeció lo del Bofo. Y hasta se podría apostar que cuando anotó gol a los de Boca, en México todos celebraron. Los de Pumas, los de América, Cruz Azul y etcétera. Los que logran unificar a un país se les conoce como ídolos.

Con el Rebaño Sagrado anotó 49 veces en 210 partidos, según Transfermarkt. El parteaguas de Adolfo Bautista no fue numérico, sino más específico a las actuaciones cuando se necesitaba demostrar el futbol que tenía en sus pies. Tras 19 años de carrera, el Bofo colgó los botines en 2015 tras deambular en segunda división y probar suerte en la MLS.

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