Philadelphia Union y el karma de los arqueros

rrais-mbolhi-mls-2015En julio de 2014, y luego de una actuación en el Mundial de Brasil que lo puso en boca de todos, el arquero argelino Rais M’Bolhi era anunciado como nuevo refuerzo del Philadelphia Union. La noticia, positiva en principio, era recibida sin embargo con una buena dosis de escepticismo: el club ya contaba entre sus filas con dos arqueros de buen nivel, y tenía otras necesidades que atender en su plantel.

Apretamos fast forward hasta la actualidad y la situación es bien distinta. De esos tres porteros, uno salió cedido (Zac MacMath, a Colorado) otro decididamente perdió terreno (el primer pick del SuperDraft Andre Blake) y el refuerzo mundialista se encuentra en pie de guerra y a punto de abandonar la institución. De acuerdo con reportes de la prensa turca, M’Bolhi estaría por firmar con el Antalyaspor, equipo recientemente ascendido a la primera división de ese país y que amenaza con armar un dream team de antaño, con Samuel Eto’o ya confirmado como refuerzo y con Ronaldinho al caer.

¿Cómo se llegó a esta situación? Por una sucesión de errores, pasos en falso y mala comunicación interna. Para empezar, el jugador llegó por pedido de la dirigencia y por encima del deseo del entrenador. Luego, una serie de malas actuaciones lo confinaron al banco de suplentes, algo que no fue del agrado del nacido en Paris. La Copa Africana de Naciones le dio la posibilidad de volver a pisar un terreno de juego, cosa que hizo en buen nivel. Al mismo tiempo, emergieron en el club dos arqueros jóvenes (Bryan Silveste y John McCarthy) que se repartieron la tarea de defender la valla con resultados dispares. A su regreso, y en medio de rumores de peleas de vestuario con sus compañeros, el destino del argelino estuvo sellado: fuera del once y disponible al mejor postor.

Lo notable es que no es la primera vez que el Union tiene problemas con miembros de su staff. Los hinchas de San Lorenzo recordaran la saga que tuvo al colombiano Carlos Valdés como protagonista. Freddy Adu fue otro que vivió una salida conflictiva del club de Chester. Piotr Nowak, ex entrenador, incluso llevó al club a juicio luego de su despido. Todos estos episodios tuvieron a los mismos dirigentes como protagonistas siendo Nick Sakiewicz, Presidente de la institución, el principal apuntado por prensa y fanáticos. Existe un movimiento en redes sociales, #SackSak, desde el que se pide la remoción del directivo.

Lo cierto es que más allá de los casos puntuales, la conducción del club ha fallado en capitalizar el gran entusiasmo existente alrededor de la franquicia que inició su recorrido emelesero en 2010. En cinco temporadas, contabiliza apenas una aparición en postemporada (2011, eliminado de entrada por el Houston Dynamo) y una final de US Open Cup, que también finalizó con derrota. Tres entrenadores han pasado sin ser capaces de torcer el rumbo, y los fichajes de renombre (Kléberson, Faryd Mondragón) no lograron asentarse. La que parecía en sus albores una franquicia modelo, navega hoy en la intrascendencia.

Sabemos que en la liga mayor de los Estados Unidos, sin embargo, todo puede cambiar rápidamente. Que se lo digan a Toronto, que pasó de ser objeto de risa a uno de los equipos más completos de la competición. Un par de refuerzos de jerarquía podrían cambiar radicalmente la situación actual del Union, que ya cuenta con algunas piezas interesantes en Vincent Nogueira, Cristian Maidana, Fernando Aristeguieta y Maurice Edu. Que sirva además su ejemplo a la hora de analizar a las franquicias que inician su recorrido en la MLS (cof, cof, New York City FC) con ansías de comerse el mundo. En una liga donde prima la paridad, la diferencia entre un equipo ganador y uno del pelotón la hacen apenas un par de nombres. M’Bolhi pretendía ser uno de ellos. No pudo ser.

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