Si bien a partir de la tercera edición pasó a llamarse Copa Confederaciones, Arabia Saudita volvió a ser el anfitrión por tercera vez consecutiva (y última hasta la actualidad). Una de las principales novedades fue la ampliación en el cupo de participantes, de 6 a 8, invitando al campeón de Oceanía, y al último campeón del Mundo, tradición que aún se mantiene.
Los equipos participantes fueron Arabia Saudita (organizador del torneo), Uruguay (campeón de la Copa América 1995), República Checa (subcampeón de la Eurocopa 1996 –Alemania, campeón, declinó la invitación-), México (campeón de la Copa de Oro 1996), Emiratos Árabes Unidos (subcampeón de la Copa Asiática 1996 –el campeón fue Arabia Saudita pero cedió la plaza por ser el organizador de esta edición-), Sudáfrica (campeón de la Copa Africana de Naciones 1996), Australia (campeón de la Copa de Naciones de la OFC 1996) y Brasil (campeón en Estados Unidos 1994).
GRUPO A
Brasil, el único invito del Grupo A, no tuvo dificultades para imponerse en el debút por 3 a 0 ante Arabia. Pese a que luego igualó sin goles ante Australia, en su tercer partido derrotó por 3 a 2 a México, y se aseguró el primer lugar. Esta victoria Verdeamarelha favoreció a los australianos, quienes se quedaron con el segundo ticket a semifinales, tras derrotar a México y luego empatar con Brasil. Pese a que Austrlia perdió su tercer partido frente a los árabes, si brasileros y mexicanos hubiesen arreglado un empate pasaban los dos a la siguiente ronda y dejaban afuera al conjunto de Oceanía. Pero triunfó el fair play.
GRUPO B
Uruguay se mostró como el candidato más firme y consiguió la victoria en sus primeras tres presentaciones. Se impuso ante Emiratos Árabes Unidos por 2 a 0, ante República Checa por 2 a 1 y ante Sudáfrica por 4 a 3. El segundo puesto quedó en manos de los europeos, que pese a empatar en el debút con Sudáfrica y perder luego con Uruguay, consiguió la victoria obligada ante EAU, por 6 a 1 (en caso de empate o derrota hubiera clasificado el representante asiático).
SEMIFINALES
La implacable dupla conformada por Romario y Ronaldo aseguraron el pase de Brasil a la Final tras derrotar a la República Checa por 2 a 0. La gran sorpresa ocurrió en la otra llave donde Australia venció a Uruguay por 1 a 0, en tiempo suplementario, tras el gol de Harold Kewell.
FINAL
Otra vez Romario y Ronaldo serían los grandes protagonistas para el conjunto dirigido por El lobo Mario Zagallo. Ambos anotaron un hat-trick en sus cuentas personales para sellar un contundente 6 a 0 ante los Socceros, que no pudieron justificar su presencia en la Final.
El tercer puesto se lo llevó la República Checa tras derrotar por 1 a 0 a Uruguay.
En la final Brasil formó con: Dida, Cafú, Aldair, Junior Baiano, Dunga, Roberto Carlos, Ronaldo, Romario, Cesar Sampaio, Denilson y Juninho (a pesar de no hacer cambios, en el banco de suplentes quedaron joyitas como Bebeto, Flavio Conceicao, Leonardo y Rivaldo).
Lo que no imaginó el pueblo brasilero fue que su Selección dio el puntapie inicial a una maldición que sigue vigente hasta estos días: quien gana la Copa Confederaciones no se consagra en la siguiente Copa del Mundo.
Escrito por Germán Picotto | Instagram @gerseventyseven
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