La falta de fogueo no es un freno para Irán

Los jugadores de la selección de Irán festejan un gol contra Catar por las eliminatorias mundialistas el 4 de junio de 2013 en Doha. (AP Photo/Osama Faisal, File)

Si hay algo con lo que el centrocampista Javad Nekounam y sus compañeros de la selección de Irán pueden contar, pese a todas las limitaciones de preparación para la Copa Mundial, es el aliento de los 80 millones de habitantes una vez que arranque el torneo.

Tener a Argentina, Nigeria y Bosnia como rivales de grupo es por sí un desafío monumental, pero la falta de fogueos no ayuda.

Luego de clasificarse en junio pasado, Irán disputó un partido de preparación, el 5 de marzo ante Guinea. Esa misma tarde, otro de los clasificados por la zona asiática, Corea del Sur, disputaba su cotejo número 14 previo a la justa mundialista. El hecho de que Irán luciera fuera de ritmo y perdiera 2-1 no sorprendió a nadie, dada la falta de minutos de juegos. Una concentración en Portugal, en septiembre pasado, fue cancelada al parecer por falta de fondos.

Pero la afición iraní se mantiene confiada en que el técnico Carlos Queiroz puede hacer maravillas valiéndose de su sapiencia táctica y su vasta experiencia internacional. El exentrenador del Real Madrid y la selección de Portugal lleva tres años al frente del cuadro iraní.

"Tener a un entrenador así nos da confianza", dijo Nekounam, ex del Osasuna español, a The Associated Press. "Venimos de una eliminatoria muy complicada. Ahora solo estamos enfocados en hacer bien las cosas en la Copa del Mundo. Sabemos que será difícil, pero también sabemos que somos lo suficientemente capaces para que nuestro países se siente orgulloso de nosotros".

No sería mala idea que los rivales del Grupo B no subestimen a Irán. En las eliminatorias, Irán cerró con una seguidilla de tres victorias, sin encajar goles, incluyendo un triunfo 1-0 sobre Corea del Sur en la última fecha, para sellar su boleto a Brasil.

El partido ante los surcoreanos se definió con un tanto de Reza Ghoochannejhad, un delantero nacido en Holanda que se perfila como la punta de lanza en Brasil.

Anotar goles es la principal asignatura para la selección. Con Queiroz, Irán se sabe arrinconar en el fondo, pero perforar el marco rival es otra historia. Tras vencer 4-0 a Líbano en Teherán en las eliminatorias, Irán apenas consiguió cuatro goles en sus siguientes siete partidos.

Querioz se ha dado a la tarea de buscar a jugadores nacidos en Europa y que cumplan con los requisitos para representar a Irán. Ashkan Dejabah, exseleccionado juvenil en Alemania, pasó ocho años en la Bundesliga antes de pasar al Fulham inglés en 2012. Daniel Davari apareció para pelearle la titularidad a Rahman Ahmadi en la portería. Davari, de padre iraní, juega con el Eintracht Braunschweig alemán.

Estas nuevas figuras se han conjuntado con jugadores como Nekounam, quien pasó seis temporadas con Osasuna, y el también volante Andranik Teymourian, ex del Boltón inglés, para conformar un equipo con mezcla de juventud y experiencia que espera hacer historia en su cuarto presencia mundialista.

"Irán es un país que vive el fútbol con pasión", señaló Teymourian. "Cuando vayamos a Brasil tendremos el respaldo de toda una nación con nosotros que nos ayudará a jugar mejor. Eso es algo que no tomamos a la ligera. Daremos todo para tener éxito".