Conquistas | Feyenoord campeón de la Copa Intercontinental de 1970

El equipo de los Países Bajos enfrentó al campeón de 1968, Estudiantes de La Plata que derrotó al Manchester United en esa oportunidad, mientras que los neerlandeses venían de ganar su primera Copa de Europa sabiendo que enfrente había un duro rival. Gracias al planteamiento y liderazgo del entrenador Ernst Happel y sus estrellas como Rinus Israël, Wim Jansen, Willem van Hanegem, Franz Hasil, Ove Kindvall y Coen Moulijn.

Hoy volvemos a una historia de la Copa Intercontinental. Esta vez recordaremos la primera vez que el torneo planetario de clubes fue ganado por un equipo de los Países Bajos. Nos referimos a la conquista del Feyenoord en 1970 frente a Estudiantes de La Plata.

El Feyenoord desde inicios desde los años 60 hasta principio de los 70 fue protagonista del fútbol neerlandés junto al Ajax, pero fue en 1970 donde tendría su año dorado e irrepetible en su historia, alcanzando la Copa de Europa y la Copa Intercontinental.

Plantel del Feyenoord campeón de la Champions League 69/70.

Para llegar a esa instancia el equipo que es conocido como “El Orgullo del Sur” tuvo que clasificarse desde su liga en la temporada 1968/1969 siendo campeón de esta y quedándose con el cupo para su país en la competición continental quedando por delante del Ajax (2°) y el      FC Twente (3°).

Ya en la versión 69/70 de la Copa de Europa supera en la primera fase al Knattspyrnufélag Reykjavíkur, campeón islandés al que eliminan después de golear 12-2 en la ida y 4-0 en la vuelta. Sin embargo su primer gran escollo fue el vigente triunfador de la Champions League, el AC Milan que tenía en sus filas a jugadores como Gianni Rivera, Karl-Heinz Schnellinger, Giovanni Trapattoni, Angelo Benedicto Sormani, Giovanni Lodetti, entre otros, quienes eran dirigidos por Nereo Rocco que en esa época ya tenían en sus vitrinas dos títulos de Champions (1963 y 1969) y su primera Copa Intercontinental (1969).

Aunque el Feyenoord perdió por 1-0 la ida en el San Siro como visitantes, los neerlandeses se hicieron fuertes en su casa y en el estadio el De Kuip derrotaron a los italianos por 2-0 y se instalaron en cuartos de final donde tuvieron otro escollo complicado, ya que les tocó el Vorwärts Berlin de Alemania Oriental que como cualquier campeón de la RDA, siempre era difícil en casa. Los campeones de la Eredivisie fueron derrotados por 1-0 en el primer duelo, pero al igual que contra los “rossoneros” remontaron el global con el 2-0 como locales.

Angelo Benedicto Sormani (7) mira el cabezazo de Willem van Hanegem que se va fuera de del campo.

En semifinales apareció el Legia Varsovia, quienes tenían en sus filas a futuras estrellas de la Selección de Polonia como Kazimierz Deyna y Robert Gadocha. Los tricolores del sur de los Países Bajos empataron sin goles en Polonia y luego en el De Kuip le ganaron a los varsovianos por 2-0 para instalarse en la final de la Copa de Europa.

El Feyenoord superó por 2-1 al Celtic de Escocia en la definición jugada el 6 de mayo de 1970 en San Siro, Milán, venciendo a los de Glasgow que ya habían sido campeones en 1967 de la competición continental. El triunfo en la Copa de Europa les permitió clasificarse para la Copa Intercontinental.

Pero en el otro lado del océano Atlántico en Argentina, exactamente en la ciudad de La Plata, a 65 kilómetros aproximadamente al sur de Buenos Aires, el Club Estudiantes de La Plata obtenía la Copa Libertadores de América y aseguraban su pase a la Copa Intercontinental. El “Pincharrata” ya era bicampeón del torneo sudamericano al haber conquistado las versiones de 1968 y 1969. No solo eso, ya que los argentinos, ya habían ganado la versión de 1968 de la Intercontinental en la recordada final contra el Manchester United.

La final de vuelta entre Estudiantes LP y Manchester United de 1968 es recordada por las faltas y simulaciones de los argentinos que por medio de estas detuvieron y entorpecieron el encuentro que les permitió quedarse con el título.

Por ser el campeón vigente pudo avanzar a las siguientes fases y esperar a sus rivales empezando su participación en la semifinal del torneo, fase en la que derrotaron a River Plate en duelos de ida y vuelta. En el primer enfrentamiento vencieron por 1-0 y luego en el segundo, el León platense ganó con comodidad por 3-1.

Ya en la final por tercera vez consecutiva, que se juega a ida y vuelta, el “Pincha” choca con Peñarol, al cual vence 1-0 en Argentina y con quien iguala sin goles en Uruguay lo que le da su tercera Copa Libertadores consecutiva el 27 de mayo de 1970.

Así sudamericanos y europeos animaban una nueva versión de la Copa Intercontinental, pero ¿quiénes eran los entrenadores en ambos conjuntos que los tenían en esta instancia de nivel internacional? Por el lado de Estudiantes de La Plata estaba argentino Osvaldo Zubeldía, quien es considerado, debido a sus éxitos uno de los entrenadores más importantes del equipo trasandino.

Osvaldo Zubeldía.

Zubeldía era un DT metódico y trabajador. Fue de los primeros técnicos que le dio importancia al trabajo de las pelotas detenidas, además de conocer el reglamento de principio a fin para saber las formas de sacar ventajas de este y no solo eso, también fue de los primeros que le dio importancia al trabajo físico, además de destacar la importancia de la nutrición, sumando en sus equipos de trabajo fisioterapeutas, nutricionistas y médicos, además de ser un innovador al ver videos de sus rivales.

El en ese entonces director técnico del “Pincharrata” fue futbolista entre 1949 y 1960 jugando en varios equipos de su país como Vélez Sársfield, Boca Juniors, Atlanta y Banfield, siendo un volante que llegaba al gol, además de tener un buen pase, jugando entre el delantero y el puntero izquierdo, siendo un volante interno.

Como entrenador, antes de su llegada a Estudiantes, partió su trayectoria como adiestrador de Atlanta y tuvo un pequeño paso por la Selección Argentina preparando a la albiceleste para el Mundial de 1966 pero no continuó el proceso por diferencias con la dirigencia, hasta que llegó al León de La Plata con quienes ganó el Campeonato Metropolitano de 1967, las dos Copas Libertadores de 1968 y 1969, además de la Copa Intercontinental de 1968.

Oscar Malbernat (con la Copa Intercontinental) y Osvaldo Zubeldía celebrando la obtención del trofeo.

En la cancha usaba una formación que se traduce en un 2-2-2-2-2 que podía flexibilizarse y adaptarse según el rival, tomando en cuenta su planteamiento, buscando entrar por las bandas o el centro, donde los delanteros tenían la libertad de moverse libremente pero siguiendo la tónica de uno desborda y otro busca el centro. Además el Estudiantes de Zubeldía usaba mucho la trampa del fuera de juego la cual practicaban constantemente en los entrenamientos, además de plantear un juego de contraataque esperando a su rival y planificando salidas rápidas aprovechando la velocidad y gambeta de Juan Ramón Verón, junto al regate de Marcos Conigliaro intercambiando posiciones entre quien iba por fuera y por dentro del área.

Por el otro lado estaba el exfutbolista austriaco, Ernst Happel, quien, al igual que Zubeldía era exfutbolista pero solo jugó en dos clubes: el Rapid de Viena, donde se formó, y el Racing Club de Paris. En el primero sería una figura de la defensa, siendo un zaguero que hizo una recordada dupla en la línea posterior del cuadro vienés junto a Max Merkel. Era un central muy seguro en la marca y bueno en los duelos de uno contra uno, pero a su vez, asumía un rol de líbero, cuando en los años 40 y 50 no existía esa función, pero él se destacaba por su regate y su conducción del balón lo que hizo que le apodaran “El Mago”. Ganaría seis Ligas de Austria y una copa de su país. Tuvo un primer periodo en el verdiblanco entre 1943 y 1954 para luego pasar al Racing de París donde estuvo dos temporadas desde 1954 y 1956, para luego volver al club en el que creció como futbolista. Por otra parte fue habitual en la Selección de Austria con la que fue a dos Mundiales: al de 1954 y al de 1958, ganando en el primero la medalla de bronce.

Como entrenador Happel fue influenciado directamente del “Wunderteam”, la Selección Austriaca de los años 30 dirigida por Hugo Meisl que es considerado uno de los primeros antecedentes del “Fútbol Total” de Rinus Michels.

Hugo Meisl.

Antes del Feyenoord, solo había dirigido al ADO Den Haag de la ciudad neerlandesa de La Haya, donde se cuenta la historia que en uno de sus primeros entrenamientos sus dirigidos querían terminar la sesión por una fuerte lluvia, para darles permiso para irse les dio una tarea: tomó una lata de conservas vacía, la puso encima del arco y les dijo “si uno de ustedes acierta se pueden ir”, él dio el ejemplo, la derribó al primer disparo. Solo después de 17 intentos uno de sus dirigidos pudo botar el envase de aluminio.

Recordados son sus duros entrenamientos físicos en los que algunos, que no estuvieran acostumbrados, terminaban vomitando el primer día como le pasó a Raoul Lambert en el Brugge de Bélgica en enero de 1974. Era puntual y pedía un compromiso irrestricto. «¡Hola! Soy Ernst Happel. Son las 10 con 10 minutos y el entrenamiento comienza a las 10 en punto», dijo en su primer día en el club belga. Esto era un reflejo de su personalidad directa. Tenía una actitud reacia con la prensa, fumador, además de bebedor de coñac. Era normal verlo en los cafés de Viena conversando de fútbol.

La presión alta, la flexibilidad posicional era sus sellos en los equipos que dirigió usando un 4-3-3 flexible con dos laterales que subían al ataque, un volante más defensivo, además de dos creadores de juego que entregaban balones a los tres delanteros que se movían por izquierda, el centro y la derecha. Los punteros penetraban por las bandas o recortaban hacia dentro para generarse llegadas de gol, proponiendo un juego de toque y protagonismo buscando presionar al rival, además de generar llegadas con un futbol colectivo de pase por bajo conectando hasta llegar al área rival. Además de eso trabajaba el fuera de juego al igual que Zubeldía, algo que ya tenía asimilado desde su etapa como jugador, cuando con un silbido daba la instrucción a sus compañeros de la defensa para moverse adelante y dejar en offside a sus rivales.

Ernst Happel.

Además de sus entrenadores no podemos ignorar a los futbolistas que fueron protagonistas de las conquistas en sus respectivos continentes y que se destacaron en los encuentros de la Copa Intercontinental.

Por el lado del Feyenoord hay que destacar a uno de los referentes de la defensa: Marinus “Rinus” Israël era un zaguero bastante complicado de sobrepasar, siendo una garantía en defensa gracias su físico robusto lo que le valió el apodo de «Iron Rinus», haciendo uno recordada dupla en la zona posterior con “Theo” Laseroms. Jugaba como líbero por lo que se sumaba al mediocampo para iniciar las jugadas de su equipo teniendo una buena capacidad de pase y regate, pero no extraordinaria. Inició su carrera profesional en el AFC Door Wilskracht Sterk (DWS) en 1962, donde se formó como jugador, pasando al Feyenoord en 1966, mientras que se estrenó en el equipo nacional en 1964.

En los volantes estaba en futbolista que luego sería un baluarte en la selección: Wim Jansen. Este mediocampista de contención era un nombre importante en la recuperación y la fase defensiva, destacándose por su resistencia física, su dinámica lo que le permitía moverse sin dificultad por todo el campo y contribuir de manera efectiva en la presión de equipo que le guastaba generar a Ernst Happel. Jansen es producto de la cantera del Feyenoord debutando en el primer equipo en 1965 y con la “Oranje” en 1967.

Wim Jansen.

Junto a él se encontraba Willem van Hanegem quien se destacaba por su visión de juego, sus pases precisos, siendo un gran asistidor, además de su poderos y fuerte pierna izquierda lo que le permitía hacer espectaculares goles fuera del área, llegando desde atrás, sumándose a la línea de delanteros. El volante hizo las inferiores en el Velox SC debutando en 1962 en el equipo profesional, dejando el club en 1966 por el Xerxes estando hasta 1968, año en que pasó al Feyenoord, mismo año que debutó con la Selección de los Países Bajos

Franz Hasil acompañaba a Van Hanegem. De origen austriaco este jugador tenía aun regate complicado de marcar, además de venir desde atrás para introducirse con el balón para habilitar a un compañero o seguir con la jugada para tener una oportunidad de gol clara. El volante había sido observado por Happel en las inferiores del Rapid de Viena y ya lo tenía en su radar, pero no llegaría a las filas de los neerlandeses hasta 1969 después de debutar en el equipo vienés y pasar por el Schalke 04 donde estuvo una sola temporada (1968-1969).

En la delantera había dos nombres claves: Ove Kindvall y Coen Moulijn. El primero nació en Suecia en 1943 donde se creció y debutó como futbolista en el IFK Norrköping entre 1962 y 1966, año en que pasó al Feyenoord. Destacándose por su agilidad y su visión para siempre estar en una posición privilegiada para llegar a gol, desempeñándose por el centro del ataque con un cabezazo potente y un salto que le permitía superar a defensas más altos a pesar de su 1,76m. Estas habilidades le permitieron ser observado por equipos alemanes pero decidió ir a los Países Bajos. Fue goleador de la liga en dos oportunidades en 1968 y 1969, mientras que en 1970 fue por tercera vez máximo anotador del cuadro de Roterdam.

Ove Kindvall.

Mientras que Coen Moulijn era dueño de la banda izquierda, siendo considerado por muchos uno de los mejores punteros zurdos de la historia, siendo alabado por el mismísimo Johan Cruyff, quien lo llamaba “un producto típico de la escuela holandesa”. Con un regate endiablado era capaz de dejar atrás a sus rivales solo con un movimiento teniendo una agilidad y gambeta que las crónicas de la época comparan con Stanley Matthews y Garrincha. Comenzaría en el Xerxes entre 1954 y 1955 pero sería rápidamente requerido por el Feyenoord donde jugó el resto de su carrera hasta su retiro en 1972.

Mientras que en las filas de Estudiantes de La Plata había otros jugadores que se destacaban y podían generar problemas a los campeones europeos de ese entonces. En el centro de la defensa se ubicaba el zaguero Oscar “Cacho” Malbernat. Nacido futbolísticamente en el “Pincha”, era un fiero jugador que era reconocido por su pierna fuerte y su marca incesante e inagotable, pero a veces su forma de jugar estaba al borde de la sanción. Podía ubicarse como marcador de punta, como en el centro de la defensa sin dificultades.

En la zona de volantes dos puntales claves eran Carlos Salvador Bilardo y Carlos Pachamé, dos futbolistas que se encargaban de la recuperación y la destrucción del juego rival. Bilardo, que se formó y debutó en San Lorenzo de Almagro, comenzaría como puntero derecho, pero sería Zubeldía quien lo usa más retrasado aprovechado su rapidez y velocidad para encargarse de la marca por el sector diestro para detener a los rivales que circularan rápidamente por esa banda, mejorando su marca y respuesta en los duelos uno contra uno, más cuando se tratara del puntero o lateral contrario, pero también subiendo en el ataque para sumarse por pegado a la línea en las arremetidas contra el rival.

Carlos Salvador Bilardo.

Mientras que Carlos Pachamé era un volante de corte neto, quien no esperaba al contrario sino que era más de moverse por toda la cancha presionando y buscando el error rival. De un gran despliegue físico era capaz de jugar partidos enteros con una alta intensidad a tal punto que hubo encuentros en los que jugó lesionado. Muy bueno en la marca y la anticipación se convirtió en un baluarte del mediocampo del rojiblanco, equipo donde se formó y se estrenó en 1963.

En la delantera su gran ídolo y referencia en ataque era Juan Ramón Verón. Aunque comenzó como putero por derecha, fue Zubeldía que le dio la libertad de moverse por todo el frente del ataque, entrando por donde él quisiera para generar los espacios para que entraran sus otros compañeros en ataque. Era un muy buen regateador siendo capaz de generarse ocasiones de gol por él mismo llegando frente al arco sin dificultades, haciendo auténticos goles de antología. Comenzó su carrera en Estudiantes debutando en 1962 y jugando hasta 1972.

Antes del primer encuentro de la Copa Intercontinental, Estudiantes de La Plata venía de disputar el Campeonato Metropolitano de 1970 que les permitía a varios clubes argentino competir en el segundo torneo nacional del año, el Campeonato Nacional. Los platenses tuvieron un mal rendimiento quedando en el puesto 16 de 21 clubes, entrando a la fase de reclasificación (Petit torneo como se le llamó) para poder entrar al Nacional, disputando una liguilla de una sola vuelta contra los otros tres equipos, clasificados desde el 13° hasta el 15° de la fase regular. Los de Zubeldía derrotaron a Chacarita Juniors, Quilmes y Huracán, luego de empatar con el “Funebrero” 1-1; vencer al “Globo” 2-1; e igualar 1-1 con “El Cervecero”, clasificándose para el Nacional de 1970.

Independiente de Avellaneda fue campeón del Torneo Metropolitano de 1970.

Mientras que el Feyenoord solo llevaba disputada una jornada de su liga y venía de vencer por 4-1 al FC Utrecht en el De Kuip. Por otra parte en la Copa de los Países Bajos había goleado por 5-0 al AGOVV en la primera fase del torneo, por lo cual, parecía que sus rivales venían con mayor recorrido y era posible que este primer encuentro fuera muy igualado.

La ida de la Copa Intercontinental de 1970 se jugó el 25 de agosto en La Bombonera de Buenos Aires ante aproximadamente 50 mil espectadores, siendo arbitrado por el alemán-oriental, Rudi Glöckner, quien venía de dirigir la final de la Copa del Mundo de 1970 entre Brasil e Italia.

Lo locales formarían por su lado con Néstor Martín Errea; Rubén Pagnanini, Hugo Spadaro, Néstor Togneri, Oscar Miguel Malbernat; Carlos Salvador Bilardo (Jorge Raúl Solari, 84’), Carlos Pachamé, Eduardo Flores; Juan Miguel Echecopar (Christian Rudzki, 84’), Marcos Conigliaro, y Juan Ramón Verón.

Juan Ramón Verón.

Los visitantes alinearían a Eddy Treytel; Piet Romeijn, Theo Laseroms, Rinus Israel, Theo van Duivenbode; Wim Jansen, Franz Hasil, Willem van Hanegem (Jan Boskamp); Henk Wery, Ove Kindvall y Coen Moulijn.

El partido comenzó muy trabajo con un Estudiantes de La Plata, metiendo y jugando al borde del reglamento mientras que el Feyenoord no podía realizar su juego y se veía sorprendido por la calidad de Verón que comenzó a complicar a la defensa neerlandesa. Sería por medio de un tiro libre, marca de la casa del “Pincha”, que los rojiblancos se pusieron por delante del marcador luego de un tiro libre servido por Bilardo, desde el costado derecho en diagonal al área, el cual es lanzado al segundo palo donde el portero Eddy Treytel alcanza a tocar, pero aun así es alcanzado por Juan Miguel Echecopar quien hace el 1-0 a los seis minutos de encuentro.

A los 12’, también de pelota parada, los argentinos nuevamente anotaron, pero esta vez desde un saque de esquina desde la izquierda del arco lanzado por Marcos Conigliaro con pierna derecha, el cual se cerró al primer palo donde rozó Verón quien desconcertó a Treytel que no pudo sacar el balón.

Marcos Conigliaro y Juan Ramón Verón.

Sin embargo la reacción de los forasteros no se hizo esperar y estos comenzaron con las arremetidas, las cuales se cargaron por el lado izquierdo aprovechando la velocidad y Coen Moulijn quien comenzó a tirar centros al área de Estudiantes, hasta que en el minuto 21, Ove Kindvall hizo el 2-1 parcial para el Feyenoord. El “León” siguió apelando a las pelotas detenidas para crear ocasiones, mientras que los de Happel combinaban y usaban las bandas para generar oportunidades frente a la potería.

En la segunda parte, Eduardo Flores se convirtió en una amenaza tirando centros o rematando desde fuera del área, lo que complicó a la defensa y al portero de los Países Bajos. Incluso en una pelota detenida parecía que Flores haría el gol, cuando Verón desde la izquierda del área introdujo un balón que fue rechazado, volvió al área y Flores cabeceó hacia el travesaño debajo del arco, pero la acción estaba invalidada por fuera de juego.

Pero a veces el destino juega de maneras muy curiosas y sería por medio de un tiro libre del Feyenoord desde mitad de cancha que hizo Theo van Duivenbode, el cual cayó en el área, pivoteó Kindvall cerca del segundo palo, enviándolo al primero para que Willem van Hanegem hiciera el gol.

Willem van Hanegem

Estudiantes al saber que un triunfo era difícil en Europa decidió ir por todo y complicó al Feyenoord que se refugió en su arco pero lo de Zubeldía no pudieron romper la igualdad, la cual quedó sentenciada después de los 90 minutos más los descuentos.

Antes de la vuelta los neerlandeses siguieron disputando la liga de su país donde venía de ganar dos encuentros más en la fecha dos y tres ante el AZ Alkmaar por 4-0 como visitantes y al Go Ahead Eagles por 2-1 también fuera de su ciudad.

El equipo de La Plata no disputó más encuentros después del choque con el Feyenoord en La Bombonera ya que el 6 de septiembre se daba comienzo al Campeonato Nacional de 1970 y el “Pincharrata” tenía que viajar a los Países Bajos a disputar la vuelta.

El antiguo estadio De Kuip de Róterdam.

Fue así como el segundo duelo se jugó en el De Kuip, donde hace local el Feyenoord en Roterdam, el 9 de septiembre de 1970. Estos repitieron la formación de la ida a diferencia de Estudiantes que hizo dos cambios respecto a la alineación del empate a dos: Oscar Pezzano se puso bajo los tres palos por Néstor Martín Errea. En la defensa José Hugo Medina entró a cambio de Rubén Pagnanini, mientras que en el mediocampo, Daniel Romeo ingresó por Juan Miguel Echecopar.

El partido comenzó con ambos equipos proponiendo y buscando llegar al arco contrario. Los de casa presionando en la salida y provocando el error del rival, mientras que la visita apostaba al contraataque esperando en ¾ de cancha y aprovechando la velocidad y movilidad de Verón, Flores y Conigliaro.

Las subidas e intercambios de posición entre laterales y punteros por parte del Feyenoord fue un verdadero dolor de cabeza para Zubeldía y sus dirigidos, quienes además vieron como los neerlandeses varias veces que daban solos por las bandas, superando la táctica del fuera de juego, viendo como a veces se escapaban Coen Moulijn o Theo van Duivenbode por izquierda, al igual que lo hacían Henk Wery y Piet Romeijn. Fue así como desde el medio Van Hanegem y Hasil, suministraban pelotas a las bandas que eran aprovechadas por los jugadores de bandan que lanzaban centros peligrosos para los que venían desde atrás. Los locales se generaron muchas ocasiones, pero no fueron aprovechadas incluso algunas fueron anuladas por faltas o fuera de juego.

Coen Moulijn.

El marcador no cambió en el primer tiempo y en la segunda parte el partido siguió siendo el mismo: llegadas por las bandas y la defensa de Estudiantes que fallaba una y otra vez en el fuera de juego. Aunque a pesar de ello, se sabía que el trío ofensivo del “Pincha” era peligroso y estos complicaron más de una vez al portero Eddy Treijtel, como cuando Juan Ramón Verón por izquierda dejó solo a Marcos Conigliario dentro del área frente al arquero, pero que no supo resolver por llegar con la pelota muy encima.

Y en el 63’ se desataría la locura y esta vendría desde el banco, ya que el gol sería Joop van Daele, quien debido a una severa miopía jugaba con anteojos. El futbolista de 1,90 metros entró en el 61’ por Coen Moulijn. Wim Jansen por la izquierda dio un balón por la banda hacia adelante a Willem van Hanegem y este hizo un centro hacia atrás que rebotó en un defensa de Estudiantes, siendo desviado fuera del área para que Van Daele hiciera el gol de la victoria con un potente remate de derecha al palo diestro del arquero Pezzano.

Estudiantes desconcertado, inmediatamente concentró sus reclamos en el árbitro peruano, Alberto Tejada. «No se puede jugar con anteojos» le dijo Bilardo, pero entre los reclamos trasandinos y la estupefacción de los locales, Malbernat le quitó las gafas a Van Daele, quien se las da a Pachamé y de ahí a otros jugadores, con el dueño de las gafas detrás de los jugadores para recuperarlas, hasta que los anteojos aparecieron en el pasto, quebrados. Y entremedio de todo esto el juez sudamericano da por válido el encuentro.

Joop Van Daele en un partido de la Eredivisie con sus gafas.

Los argentinos se fueron con todo en busca del empate, desordenadamente dejando muchos espacios que casi permite aumentar la ventaja por parte del Feyenoord.

Al finalizar el encuentro con el 1-0 a favor, Feyenoord se declaró campeón del mundo de clubes y la invasión de cancha fue inminente. La gente se tomó las calles y toda Róterdam celebró el triunfo del cuadro neerlandés.

A pesar de que muchos recuerdan al Ajax de Cruyff como base de la Selección de los Países Bajos, que cambió el fútbol en el Mundial de 1974, el Feyenoord también impuso algunos jugadores en ese combinado nacional y su estilo de juego también fue influyente para la irrupción del “Fútbol Total”, siendo este triunfo en la Copa Intercontinental para darle la relevancia que merece.

Autor: Luis Sánchez

Periodista, fanático del Rock Progresivo, búscame en twitter como @reviewdellucho

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