El volante barranquillero Alexander Mejía no puede ocultar la felicidad que siente de ser parte del seleccionado nacional que participa con éxito en la Copa Mundo y, mucho más, por haberse convertido en el cambio obligado que el entrenador José Pekerman ha planteado en los dos primeros juegos de la Selección en Brasil ante Grecia y Costa de Marfil.
El volante de Atlético Nacional confesó que en el grupo hay confianza, pero tranquilidad y fue enfático en afirmar que, “la Selección es consciente de lo que se está jugando y paso a paso vamos consiguiendo lo anhelado, no podemos apresurarnos, estamos felices con el aliento de los colombianos que nos han apoyado a muerte, pero esto es con tranquilidad, uno no puede apresurar las cosas. No podemos hablar mucho porque el fútbol castiga”.
Mejía, de 25 años, ha sido el encargado de ingresar en los dos partidos mundialistas con el objetivo de fortalecer el medio campo colombiano y lo ha cumplido a cabalidad. “La exigencia ha sido alta, lo importante era estar concentrado, seguir las indicaciones del profesor y controlar un poco en la mitad, ayudar a Sánchez a tener más marca y creo que se cumplió porque logramos apoyar a la defensa para al final ser los justos ganadores”, dijo.
Explicó que las victorias de Colombia ante Grecia y Costa de Marfil han sido planificadas, y que se deben al profesionalismo, a la humildad y a la unión del grupo. “Estos triunfos son para los colombianos, a todos los que nos vinieron a acompañar hasta Brasil y a la gente que me imagino en Colombia está de fiesta por lo que nosotros estamos mostrando”, manifestó.
Finalmente, el 15 de la selección recordó que el trabajo diario lo están haciendo con humildad y los pies sobre la tierra para conseguir grandes cosas. “Gracias a Dios tenemos la oportunidad de vivir este sueño y trabajamos para eso, ya estar recorriendo esto es importante, pero eso se debe a lo que hicimos en las eliminatorias. Hubo traspiés, errores, equivocaciones y acá está el resultado de todo ese esfuerzo y trabajo”.
