El partido de vuelta de la Intercontinental de 1969 se convirtió con 'merecimiento' en el partido más violento de la historia del fútbol. Estudiantes de La Plata venía de conquistar la Copa Libertadores tras imponerse a Nacional y el AC Milan por su parte se adueñó de la Copa de Europa de 1969 tras aplastar al Ajax en la final. El 4-1 a favor de los italianos al término del choque, dejó claro la superioridad transalpina aquella noche en el Santiago Bernabeu.
En aquella final a partido doble, el equipo italiano partía con el cartel de favorito ante los argentinos. Ya en el primer partido, el Milan barrió a Estudiantes en el Giuseppe Meazza con un claro 3-0. Ese fue el comienzo del fin.
Tras el partido de ida, los tambores de guerra empezaron a sonar. Los argentinos eran conscientes de que remontar la final era casi misión imposible, pero no se iban a quedar con las ganas de dejar un par de recados. Aquella noche, no hubo fútbol. Entradas escalofriantes, agresiones, escupitajos e insultos... así se podría resumir el partidor. ¿El resultado? Lo de menos.
Tres jugadores fueron a la cárcel
La delegación italiana denunció la excesiva violencia de los jugadores de Estudaintes y tuvo que interceder el Ministerio del Interior del gobierno militar para evitar un conflicto internacional decidiendo arrestar a Manera, Aguirre Suárez y Poletti, a quienes se los condenó a 30 días de prisión en la cárcel de Villa Devoto, condena por infringir la Ley de Espectáculos deportivos.