Volvió Víctor Fernández a sus 63 años entre lágrimas para hacerse cargo por cuarta vez del banquillo de un Real Zaragoza que se ha colocado en una situación muy complicado, pasando de pelear por el ascenso a Primera División a hacerlo por evitar el descenso a Primera RFEF. Su primera piedra de toque será muy dura, un Espanyol al que se medirá el próximo domingo y que definió como "el mejor equipo de la categoría".
Para los más jóvenes, Víctor es sinónimo de revulsivo, de apagafuegos, pero lo cierto es que el técnico aragonés cuenta con una extraordinario trayectoria en la que ha sumado varios títulos con equipos no acostumbrados a ganarlos, alguno de ellos que quizás poco recuerden.
Sus inicios
Al igual que ahora, un jovencísimo Fernández, que entonces tenía 30 años, sustituyó a Ildo Maneiro en 1991 al frente del Real Zaragoza en la que fue su primera experiencia como primer entrenador (había sido segundo del uruguayo y de Radomir Antic, además de técnico del filial blanquillo). Aquella primera temporada logró salvar al equipo del descenso en una dramática promoción ante el Real Murcia.
Los grandes años del Real Zaragoza
A partir de aquí, comenzó un despegue que muy pocos esperaban en un club relativamente modesto como el blanquillo. En la temporada 91-92, metió al equipo en la Copa del UEFA; en la 92-93 fue finalista de Copa del Rey ante el Real Madrid en Mestalla. Perdió 2-0 en un encuentro que será recordado siempre por la actuación del colegiado Urío Velázquez, despedido por la afición maña al grito de 'Urío campeón'.
Tras dos amagos, llegó el primer título. En la campaña 93-94 ganó la Copa por penaltis ante el Celta en el Vicente Calderón, tras empatar a cero en el tiempo reglamentario con un jugador menos por expulsión de Santi Aragón. En Liga, acabó tercero, con partidos memorables como un 6-3 al Barça o un 4-1 al Real Madrid.
La culminación de su obra se produjo en la 94-95, con aquel inolvidable triunfo en la final de la Recopa de Europa en el Parque de los Príncipes de París el 10 de ante el Arsenal (2-1), con un gol de Juan Eduardo Esnáider y otro una parábola mágica de Nayim en el último segundo de la prórroga, uno de los tantos más recordados de la historia del fútbol europeo.
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Un Celta de fútbol muy vistoso
Tras ser destituido en noviembre de 1996, Víctor de hizo cargo del Tenerife, donde apenas estuvo diez partidos. Cogió al Celta en la campaña 1998-99. Cuatro temporadas permaneció en un cuadro gallego que se hizo famoso por su espectacular fútbol. Sus victorias en Anfield (0-1) o las goleadas al Benfica (7-0) o la Juventus en la que jugaba nada menos que Zinedine Zidane (4-0) fueron apoteósicas. Ganó la Copa Intertoto del 2000 ante el Zenit de San Petersburgo, estuvo a un paso de meter al Celta en Champions (llegó a ser quinto en Liga), y perdió la final de Copa precisamente ante su amado Real Zaragoza en el estadio de La Cartuja (3-1).
También fue técnico del Real Betis en dos etapas, del 2002 al 2004, donde peleó por meterlo en UEFA, y el año 2010 en Segunda División.
El Porto celebra su victoria en la Copa Intercontinental 2004-2005. Victor Fernández y Narcís Julià, a la derecha.
Fue campeón con el Porto de la última Copa Intercontinental, que pasó a llamarse después Mundial de Clubs.
Dos títulos con el Porto
Entre medio, vivió su primera experiencia internacional con el Porto, en la temporada 2004-05. El club luso venía de ganar la Copa de Europa con José Mourinho. Pese a que se le desmanteló aquel gran equipo, Víctor logró ganar la Supercopa de Portugal al Benfica y la Copa Intercontinental al Once Caldas colombiano (campeón de la Libertadores) en Tokio. Fue por penaltis tras empatar a cero en un encuentro en el que fue muy superior mereció ganar con holgura. Esta edición fue la última que se conoció como Copa Intercontinental. A partir de la siguiente pasaría a denominarse Mundial de Club.
Segunda etapa en Zaragoza
En el 2006 llegó su segunda etapa en Zaragoza. Tras una buena campaña en la que estuvo ocupando puestos de Champions durante algunas jornadas, el Real Zaragoza se clasificó finalmente para la UEFA. Fue destituido la temporada siguiente con el equipo el duodécimo lugar y tras un empate.
La experiencia belga y su etapa en el Real Madrid
Antes de afrontar su tercera etapa con los maños, Víctor estuvo en el 2013 en el Gante belga (lo salvó del descenso y estuvo cerca de meterle en Europa). También entrenó al Deportivo de la Coruña en la campaña 2014-2015 y fue Director de Formación de Cantera del Real Madrid del año 2015 al 2017.
La pandemia que arruinó un ascenso
En diciembre de 2018 llegó esa tercera etapa zaragocista. Cogió al equipo en peor situación de la que estaba ahora, lo salvó y estuvo cerca de ascenderlo en el siguiente ejercicio. La pandemia pilló a los aragoneses en segunda posición, justo cuando el equipo estaba en el mejor momento de la temporada. Tras el parón por el Covid, el Real Zaragoza se bloqueó, aunque como mal menor fue tercero. Las dificultades se incrementaron al no poder con contar en el playoff con dos de sus jugadores más determinantes: Javi Puado y Luis Suárez.
La obra quedó incompleta, tal y como el propio Víctor explicó en la rueda de prensa de presentación de su cuarta etapa. El reto, nada fácil, es acabarla. Aunque antes tendrá que salvar al equipo.