Messi se queda a un paso de la gloria

'La Pulga' recibe el Balón de Oro, un premio a la desgracia

RIO DE JANEIRO, BRAZIL - JULY 13: Lionel Messi of Argentina controls the ball against Mats Hummels of Germany during the 2014 FIFA World Cup Brazil Final match between Germany and Argentina at Maracana on July 13, 2014 in Rio de Janeiro, Brazil.  (Photo by Clive Rose/Getty Images)

RIO DE JANEIRO, BRAZIL - JULY 13: Lionel Messi of Argentina controls the ball against Mats Hummels of Germany during the 2014 FIFA World Cup Brazil Final match between Germany and Argentina at Maracana on July 13, 2014 in Rio de Janeiro, Brazil. (Photo by Clive Rose/Getty Images) Crédito: authors

elviejohoracio

Nunca antes el Mejor Futbolista de la Copa del Mundo fue tan desgraciado.

Lionel Messi, premiado quizá sin merecerlo, se va del Mundial Brasil 2014 con el trofeo más frustrante de su carrera: el del segundo lugar en una Copa en donde no consiguió guiar a su Argentina a ganar el título.

Lo de Messi es agua salada en medio de la sed. Es el sueño vuelto pesadilla y la ilusión rota por la conquista fallida. Argentina cayó en la final cuando toda una nación esperaba ver a Lionel despertar y erigirse de entre sus intermitentes apariciones para cargar al fin sobre sus espaldas al equipo que lo llevó a él hasta el partido por el título.

Messi no fue la luz cuando llegó el apagón. Disminuido físicamente por una temporada difícil, la máxima estrella moderna del fútbol fue incapaz de marcar esa diferencia esperada en los hombres del talento sobrenatural.

No pudo conectar sus deseos con sus posibilidades físicas y quedó a la orilla de verse al espejo como el mejor jugador de la historia para sus compatriotas, quienes hoy lloran con el corazón partido tras la derrota final contra su quimera alemana.

Diego Armando Maradona, con todos sus defectos e infortunios, es aún el único futbolista con los secretos para lograr convertir en realidad la ilusión de todo un equipo.

Diego, menos hábil, menos veloz y menos goleador que Messi, pudo llevar a Argentina a la cima del mundo en 1986 y casi lo repite en 1990; contra Alemania en ambas ocasiones y eso lo mantiene en la historia y hasta este día en el Olimpo.

Hoy, aquel pequeño que soñó ser adulto para volverse el mejor futbolista de la historia recibió un cuestionado trofeo con la amargura de quien a pesar de sus perpetuas glorias tiene una vida vacía, porque la oportunidad de coronar a su Argentina, nada menos que en el estadio Maracaná, no volverá a repetirse jamás.

Ayer, “La Pulga” Messi durmió con el incurable dolor de saberse subcampeón.

Lionel, para muchos el más grande de quienes han golpeado un balón, se mira a su espejo y ve incompleto de alegrías al hombre que de niño imaginó y eso debe causar un dolor infinito, porque no es fácil vivir en el cielo y caer al mundo terrenal tras un silbatazo.

Nunca será fácil saberte el mejor sin cumplir tu fantasía; ser el más grande y sólo alcanzar la derrota

eldiariony.com

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