Copa Mundial de Fútbol «Rusia 2018»
El Mundial más allá de los goles (IV)
Japón fue el único equipo asiático que sacó pasaje a los octavos de final en el torneo, aun cuando quedaron en el camino y no pasaron de ahí.
Autor: Duanys Hernández Torres
Foto: Tomada de https://depor.com
Esta sección sigue los sucesos curiosos que ocurren en la Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018. Hechos que van más allá de los goles. Comienza la cuarta entrega.
Japón fue el único equipo asiático que sacó pasaje a los octavos de final en el torneo, aun cuando quedaron en el camino y no pasaron de ahí. Los nipones consiguieron su boleto gracias al Fair Play. Resulta que los japoneses quedaron empatados con los senegaleses en puntos obtenidos, diferencia de goles, tantos anotados en el grupo, resultado entre ambos hasta que llegaron al séptimo punto de desempate.
Fair Play/Juego Limpio: Menos puntos negativos, castigando las tarjetas amarillas y rojas de la siguiente manera: amarilla -1, roja indirecta (por segunda amarilla) -3, roja directa -4, amarilla y luego roja directa -5.
Japón tuvo dos tarjetas amarillas menos que Senegal y clasificó gracias a ese aspecto. Si hubieran quedado empatados en este punto, solo quedaba el sorteo para determinar el equipo clasificado. Increíble.
África fue el equipo con menos representación mundialista entre los entrenadores. Solo estuvieron dos hombres de ese continente guiando a sus jugadores en la Copa del Mundo: Aliou Cissé de Senegal y Nabil Maaloul de Túnez.
Cissé es el técnico peor pagado de los 32 que participaron en el Mundial: un estimado de 200.000 euros al año (cerca de 233.000 dólares). Esta cifra es bien distante de la que recibe Joachim Löw, con un salario de 3,8 millones de euros. Vaya a usted a creer en el dinero que reciben los jefes del banquillo. Senegal estuvo a punto de clasificar, y Alemania fue el gran fiasco del Mundial.
Por su parte, el otro estratega africano Nabil Maaloul, arremetió contra la estrategia que sigue el fútbol en su país: «Necesitamos dos generaciones más para alcanzar el máximo nivel de rendimiento en términos de aptitud y fortaleza física. Estamos lejos del nivel requerido» Con semejantes declaraciones quedarán menos entrenadores de origen africano.
Y seguimos con Túnez, que aunque no clasificó a octavos de final, tuvo cuatro porteros en la justa. La mala suerte la emprendió con los cancerberos de este país.
El titular Mouez Hassen, del Châteauroux francés, quedó descartado por una luxación de hombro en los primeros minutos del partido del debut contra Inglaterra. Su reemplazante, Farouk Ben Mustapha, sufrió una lesión de rodilla en un entrenamiento.
Solo quedó disponible Aymen Mathlouthi para el tercer duelo por lo que la federación tuvo que llamar de urgencia a Moez Ben Cherifia para que fuera suplente en el juego ante Panamá. Cuatro porteros para tres partidos. Tremendo record.
Y los fanáticos también se equivocan de sedes en un Mundial. Una pareja de Suiza llegó a la ciudad rusa de Rostov del Don para apoyar a su selección, que se enfrentó allí a Brasil el 17 de junio, pero reservaron por equivocación un hotel en otra ciudad que tiene un nombre bastante parecido, Rostov Veliki, situada a 1.200 kilómetros al norte de la primera.
Los rusos decidieron llamar entonces a los servicios de emergencia para que ayudaran a los hinchas, donde una traductora habló con los extranjeros y empezó a buscarles hoteles con habitaciones vacantes. Los despistados suizos están muy mal en geografía rusa.
Juego limpio, poquísimos seleccionadores africanos, porteros con mala suerte y una pareja de fanáticos despistados. De eso también se trata el Mundial.
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