Para Randall Azofeifa ser parte de la nómina que consiguió el billete al mundial de Rusia es un premio extra. Por eso lo celebró a todo galillo, al punto que se quedó ronco.
En 2014 llegó al país procedente del fútbol turco, donde no le fue tan bien como esperaba.
Pasó del KAA Gent de Bélgica, club del que formó parte por 5 años, al Genclerbirligi SK de Turquía, donde estuvo un par de temporadas y se marchó luego al Kayseri Erciyesspor un año.
De ahí tomó la decisión de regresar al país con su familia, tras 8 años en el fútbol internacional. En ese entonces, como él mismo lo apunta, muchos pensaron que estaba acabado, que su nivel futbolístico no era el mismo.
A su llegada encontró muchas puertas cerradas, la única que se le abrió fue la del modesto Uruguay de Coronado. Estuvo un torneo, tiempo suficiente para demostrar su calidad y dar el salto al Club Sport Herediano, con el que ha celebrado tres títulos.
En medio del festejo, por la cabeza del volante de contención pasaron los momentos difíciles que vivió a su regreso al país y los muchos buenos momentos que vive con el Team florense.
“No tienen idea lo que lloré, en el gol de Waston lloré un montón, con mis hijos, mi esposa, no ha sido fácil, por ahí se pensó en el momento que vine al país que eran mis últimos pasos y no era así, siempre lo he tenido muy claro, he tratado de mostrar el mejor nivel, contento porque ser parte de esta gran época y camada de jugadores la verdad que me tienen súper contento y agradecido con Dios”.
SEGUNDA VEZ
Por segunda ocasión el futbolista celebra una clasificación a la copa del mundo, tal y como lo hizo para el mundial de Alemania 2006. De eso han pasado 12 años.
“Contento, porque es una de las eliminatorias donde he podido estar de lleno, agradecido con el profesor Óscar por darme ese chance de estar en la selección, de vivir esto tan bonito y queda celebrar”, destacó el jugador, quien sostiene que ha crecido en su fútbol.
“Muchos pensaron que estaba acabado, pero no era así; uno tiene muy claro como jugador lo que quiere y entiende que el fútbol es así, se fue creciendo poco a poco y estoy muy agradecido con Uruguay porque tiene parte de que esté en la Selección y obviamente con el Herediano por darme ese chance y abrirme las puertas. Todo sumó, los tiempos de Dios son perfectos y queda demostrado”.
Considera que la competencia que se encontró en el equipo rojiamarillo lo ayudó a mejorar en su juego.
“Es toda una evolución, siempre lo veo de esa forma, por ahí se pudo pensar que uno venía en bajo nivel o algo así, pero siempre he ido en una constante evolución y trato de dar siempre el máximo. De un tiempo para acá ha quedado demostrado y espero todavía poder demostrar muchísimas mejores cosas”, agregó.
El jugador de 32 años ahora procurará mantener el mismo rendimiento para ganarse un lugar en la lista final para el mundial de Rusia.
“Cualquier cosa puede pasar en este tiempo, lo único es estar tranquilo, seguir por el mismo camino, tratar de seguir mejorando y ojalá Dios primero ser tomado en cuenta para el mundial”.
