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El atacante de ya 33 años cuenta con ocho años de carrera en el balompié de ese país. Nació como jugador en las inferiores del Deportivo Saprissa en 2010 pero ante la falta de oportunidad tuvo que ser cedido un par de ocasiones.
Colindres tuvo cesiones en el Santos de Guápiles y en el Puntarenas, hasta que desde 2014 comenzó a ganarse un puesto y un nombre en el fútbol de Costa Rica.
El muchacho oriundo de Alajuela ha jugado con la Selección de Costa Rica en pocos partidos, pero tiene en su haber juegos rumbo al Mundial de Brasil 2014, justa en la que finalmente no pudo meter su nombre en la lista definitiva de Jorge Luis Pinto.
Además, su buen andar en cuanto a goles con el Saprissa la temporada pasada obligó a Óscar Ramírez, técnico de La Tricolor tica, a estarlo convocando con mucha frecuencia. Eso sí, aún no sabe qué es anotar con el combinado tico.
SANGRE CATRACHA
Sobre su genética hondureña se sabe poco. Lo único que se logra recabar de eso es que su papá es hondureño y vive en Costa Rica.
Daniel dio a conocer que su papá era de origen catracho durante un juego entre los morados y el Belén; el jugador anotó y corrió hastas las graderías a enfundarse en tremendo abrazo con su padre.
El progenitor del atacante ha sido fundamental en su carrera, pues el futbolista ha dicho que 'siempre me ha apoyado, ha estado en las buenas y en las malas; uno tiene que apoyarse en la familia y amigos”.
SÉPALO
Daniel Colindres ha disputado 12 juegos con la selección mayor de Costa Rica, sin aún conocer el gol.