La marcha de David Silva al Manchester City supondrá para el Valencia una importante inyección económica para sus depauperadas cuentas, pero la pérdida de la magia del jugador con más talento con el que ha contado la plantilla en las últimas temporadas.

Acuciado por las deudas, el Valencia se ha visto obligado a desprenderse de sus dos principales estrellas, y si hace un mes fue el delantero asturiano David Villa el que salía del club para fichar por el Barcelona, a cambio de 40 millones de euros, ahora Silva es el que aportará alivio a las arcas valencianistas con algo más de 30 millones.

Así, si Villa era para el Valencia de los últimos años el gol, Silva era la fantasía y el talento, además de ser uno de los jugadores de cuyo último pase se beneficiaban los delanteros valencianistas.

Silva, nacido en la localidad grancanaria de Arguineguín hace 24 años, empezó a jugar a fútbol en el benjamín del UD San Fernando de Maspalomas, aunque a los 14 años se incorporó a las categorías inferiores del Valencia.

Tras un par de cesiones, primero al Eibar en 2004 en Segunda División, y posteriormente al Celta de Vigo en Primera en 2005, Silva, asumió en 2006 el reto de relevar al argentino Pablo Aimar como jugador más talentoso en la plantilla y pronto superó las expectativas creadas.

Además, anteriormente, en junio de 2005 y tras su buena temporada en el Eibar, el jugador canario fue uno de los elegidos por Iñaki Saez para participar en el Mundial Sub''20 de Holanda, donde fue titular con el combinado nacional.

Ya en su primer año, además de sus dotes como jugador creativo, sumó once goles en las tres competiciones en las que participó con el Valencia, aunque también sus asistencias cobraron especial importancia desde el principio.

Su buen juego pronto hizo que el entonces seleccionador nacional, Luis Aragonés, le convocara para disputar un amistoso ante Rumanía con el equipo nacional absoluto en el estadio Ramón de Carranza el 15 de noviembre de 2006.

Pese a que en la temporada 2007/08 el Valencia vivió una situación convulsa, que llevó al equipo a merodear la zona de descenso en Liga, Silva logró brillar y colaboró notablemente con la consecución del título de la Copa del Rey ante el Getafe.

Además, en ese mismo año el genial jugador del Valencia formó parte del equipo nacional que en junio de 2008 se proclamó campeón de Europa, en un torneo en el que el jugador canario disputó cinco partidos en los que marcó un gol, ante Rusia.

Una lesión en el tobillo izquierdo mantuvo apartado a David Silva de los terrenos de juego durante los tres primeros meses de la temporada 08-09 y no pudo debutar con el equipo de Unai Emery hasta la decimoquinta jornada de Liga.

Pero, quizá, la temporada más discreta de Silva en la primera plantilla valencianista ha sido la recién concluida, ya que su regularidad durante el curso 2009-2010 ha sido su punto débil, con una aportación intermitente de su calidad.

Tras dos semanas de intensas negociaciones, el Valencia y el Manchester City han comunicado hoy la marcha del futbolista al club inglés, con el que firmará un contrato de cuatro años de duración.