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Ayoub El Kaabi: de aprendiz de carpintero al Mundial de Rusia con la selección de Marruecos

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Rivales de España
Ayoub El Kaabi, en un partido reciente. CORDON

Ayoub El Kaabi tuvo que dejar con 15 años el colegio y buscar un trabajo para poder llevar algo de dinero a casa

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En las calles de la pequeña ciudad de Mediouna, a 18 kilómetros al sureste de Casablanca, los niños pasan la tarde jugando en improvisados campos de fútbol de tierra, donde las porterías son piedras y la pelota algunas veces es imaginaria. Los críos juegan escoltados por los señores que apuran con parsimonia los tés de hierbabuena sentados en las terrazas de los cafetines, que no quitan el ojo de los televisores donde echan los partidos del Mundial pinchando la señal de Bein Sports.

En Mediouna, ante todo, tienen un ídolo, un chico de una familia humilde que hasta hace poco corría por esas calles. Un delantero con el 9 a la espalda que justo cumple 25 años el día que juega frente a la Selección española. Su nombre es Ayoub El Kaabi y es una de las grandes esperanzas del fútbol marroquí.

Lo que pocos saben de él es que con 15 años tuvo que dejar la escuela y buscar un trabajo para poder llevar algo de dinero a casa. Lo encontró como aprendiz de carpintero. Por las mañanas se dejaba las manos en un taller. Por las tardes se dejaba las piernas en el equipo del barrio. Pronto destacó. Tenía algo especial y los ojeadores lo vieron. En 2014, con 21 años, firmó su primer contrato profesional como futbolista en el Racing Club Casablanca, que jugaba en la segunda división marroquí. El Kaabi dejó la carpintería para dedicarse exclusivamente a su sueño. Sus 25 goles fueron claves para que su equipo subiera a primera división.

En el verano de 2017 le fichó el Renaissance Sportive Berkane, y se trasladó con su familia a la ciudad de Berkan, al nordeste de Marruecos. Su fama se disparó este año, al ser el máximo goleador con su selección (nueve goles) en el Campeonato Africano de Naciones.

En el Mundial

La convocatoria de El Kaabi para el Mundial de Rusia fue un orgullo para el reino alauí, ya que es de los pocos jugadores de la selección que juegan en Marruecos (sólo hay dos) y no están nacionalizados. Porque los Leones del Atlas cuentan en sus filas con dos españoles: Munir, el portero, que nació en Melilla. Y Achraf Hakimi, el lateral izquierdo de la cantera del Real Madrid, que nació en Getafe. La plantilla de Marruecos también la componen ocho franceses, cinco holandeses, un belga y un canadiense. Es el equipo con más jugadores nacionalizados de las 32 selecciones que han ido a Rusia.

Después de perder contra Irán con un gol en propia puerta y con Portugal tras dominar todo el partido, ya están eliminados de la competición.

Pero ganar a España, al país vecino y amigo, supondría una inyección de moral para un equipo joven y en construcción. En el reino se respira fútbol en cada rincón. La pasión por el deporte rey es indiscutible. Y los aficionados suplican un buen resultado después de perder dos partidos y que su país no haya sido elegido para ser la sede del Mundial de 2026.

El pasado 13 de junio, en el Congreso de la FIFA en Moscú, 134 federaciones votaron a favor de la candidatura conjunta formada por Estados Unidos, Canadá y México. Tan sólo 65 países votaron a Marruecos. Este era el quinto intento fallido del reino de ser el anfitrión del torneo de fútbol más importante del mundo.

En la tarde de este lunes, en el Estadio de Kaliningrado, Marruecos jugará ante España como visitante, esperando volver a casa sumando algún punto. Los alauitas se encomiendan a su técnico, el francés Hervé Renard, al que apodan el "hombre milagro de África" por ganar dos copas africanas con Zambia (2012) y Costa de Marfíl (2015).

Renard (49 años) logró clasificar a Marruecos a un Mundial 20 años después. Durante el torneo, los focos de la crónica social no han dejado de apuntar al seleccionador. Desde una perspectiva más humorística, las redes sociales y algunos medios destacaban su atractivo y parecido con el actor Nikolaj Coster-Waldau, que interpreta a Jaime Lannister en Juego de Tronos.

También, en Francia, aún retumba lo sucedido en mayo con la hija del seleccionador de Marruecos, Candide, de 21 años. Durante la edición francesa de Supervivientes grabado en la isla Fiji, Candide acusó a otro de los concursantes de agredirla sexualmente mientras dormía. El programa fue suspendido de inmediato. Y Hervé Renard publicó un comunicado pocas semanas antes de ir a Rusia: "Lo más importante para nosotros no es el show mediático, sino el respeto y la confianza en la justicia. Que cada uno elija su estrategia. Nosotros esperaremos el veredicto del caso con paciencia y calma. Estoy convencido de que finalmente se restaurará el honor de mi hija, a quien están difamando con calumnias y mentiras".