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Alerta roja: FIFA prohibió a Independiente incorporar jugadores tras incumplir pago a Gastón Silva

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Gastón Silva y el festejo del gol para el triunfo de Independiente en Copa Argentina. Foto: @Independiente.

ARGENTINA

El elenco de Avellaneda, que posee en su plantel a tres uruguayos, se encuentra en plena crisis a nivel deportivo y gerencial.

Si se tienen en cuenta los últimos doce partidos del torneo Independiente  sumó una sola vez de a tres en la Liga Profesional Argentina. Fue en Santa Fe, un contundente 3-0 a Colón con Juan José Serrizuela como técnico interino. El último encuentro finalizó 1-1 frente a Vélez para concretar el cuarto empate al hilo y quinto duelo sin triunfos. La campaña 2022 empieza a tener un preocupante parecido con aquellas que desembocaron en la pérdida de la categoría en 2013.

Hay que retroceder doce años para descubrir una performance semejante del Rey de Copas, pero ahí no terminan los problemas para el Rojo de Avellaneda que contiene en sus filas a los arqueros uruguayos Sebastián Sosa, Renzo Bacchia y el defensa Edgar Elizalde.

Si faltaba algo para complicar la situación, la FIFA ya le ha comunicado al club que no podrá incorporar jugadores por incumplimiento en el pago de 1,3 millones de dólares al zaguero uruguayo Gastón Silva, y próximamente se espera que llegue otra inhibición del América de México por 5,7 millones más.

La determinación del máximo órgano rector del fútbol se concreta luego de que en mayo el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) fallara a favor de Silva (quien formó parte del club entre 2017 y 2020), consecuencia de que el Rojo no respetara las fechas de pago.

El declive

Hay que retroceder doce años para descubrir una performance semejante del Rey de Copas. En el Apertura 2010 las estadísticas hablan de un triunfo en 11 presentaciones. Peor todavía, ese torneo concluyó con 9 partidos sin festejos que sumados a los 4 primeros del Clausura 2011 llevaron la cifra hasta 13. La temporada siguiente casi calcó la secuencia: el Clausura 2012 terminó con 4 tropiezos consecutivos y el Inicial 2012 comenzó con 8 encuentros sin éxitos y acabó de la misma manera. Seis meses después, Independiente caería a la B Nacional (actual Primera Nacional).

El cúmulo de razones para explicar tanta desdicha en continuado apunta a varios frentes, pero todos desembocan en el mismo punto: hoy por hoy resulta muy difícil jugar en Independiente. La actualidad del Rojo muestra hoy el choque de algunas realidades irreconciliables. Por un lado están la memoria viva de un pasado que todavía resuena cercano y el gusto del hincha por un estilo de juego que, aun con sus vaivenes, mantiene alta la bandera del protagonismo ofensivo y la apuesta por los más hábiles. Por el otro, las consecuencias de una crisis dirigencial, institucional y económica que no deja de profundizarse. La conformación de planteles que sin duda no están a la altura de la historia del club es su consecuencia, pero tampoco esto explica por sí solo las dificultades para llevarse el triunfo frente a rivales del mismo nivel.

Lo que ocurra el sábado en el Bosque ante Gimnasia será clave para marcar cómo sigue la relación entre el entrenador y la gente, aunque nada hace suponer que el club mueva alguna ficha. A un mes de las elecciones -el 2 de octubre-, la actividad de la dirigencia saliente brilla por su ausencia y cuesta creer que tome decisiones drásticas si el rumbo no se endereza, pero hasta esa fecha Independiente debe jugar seis partidos por el torneo y posiblemente el de octavos de final de Copa Argentina ante Vélez. Demasiado tiempo para poner a prueba la paciencia.

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