Su nombre completo es Óscar Dalmiro Bagüí Angulo, por si hasta este momento no lo sabía, y así aparece en el libro de récords del Club Sport Emelec. Nacido en Borbón, Esmeraldas, el 10 de diciembre de 1982, es el marcador de punta izquierda, o lateral zurdo, como quieran llamarle, con más títulos nacionales conseguidos con la camiseta eléctrica. Es decir, Bagüí es un jugador histórico para la entidad millonaria gracias a las cuatro vueltas olímpicas que dio (2013, 2014, 2015, 2017) en la era de mayor protagonismo de los millonarios en el certamen ecuatoriano (comprendida entre 2009 y 2018, cuando siempre estuvo en el podio).

Ni él mismo conocía ese dato estadístico. Lo supo en la entrevista que le dio a EL UNIVERSO horas antes de jugar su partido oficial de despedida este domingo en el estadio George Capwell. Pero su valor como futbolista millonario también se mide en una vigencia de una década. En sus campañas finales varios fueron los refuerzos que llegaron para reemplazarlo, pero nadie pudo cumplir con la eficiencia que lo hizo Bagüí en su puesto. Tampoco los laterales izquierdos contratados en el 2022, ya retirado el esmeraldeño, han estado a la altura del excapitán azul.

De perfil bajo, de hablar más en la cancha que en entrevistas, Bagüí acepta hacer para este Diario un recuento de su carrera, de los campeonatos que ganó, de los buenos y malos ratos. Habla del bicampeón ganado ante Barcelona SC y de la conquista del tricampeonato frente a Liga de Quito. Recuerda con gratitud a entrenadores, compañeros, y dirigentes. Y aclara quien fuera parte de la Selección en el Mundial de Brasil 2014 que aunque este día colgará formalmente los botines él será un “jugador de fútbol toda la vida”.

Publicidad

¿Sabía que es el lateral izquierdo que más títulos nacionales ganó con Emelec (4)? Eso lo hace histórico en el club azul.

La verdad, recién me entero porque usted me lo dice. Para mí es un reconocimiento a la entrega que tuve durante más de dos décadas como futbolista profesional. Doy gracias a Dios porque llegué a estar a la altura de tantos jugadores históricos que tiene Emelec como Luis Capurro, en mi posición. Me siento orgulloso.

Por lo menos media docena de futbolistas han desfilado por Emelec para adueñarse del puesto que fue suyo por casi una década. ¿Por qué no tiene un heredero aún?

Publicidad

La verdad, el puesto de lateral izquierdo es una posición difícil a nivel mundial, no solo aquí en Ecuador. Normalmente se trata de volantes zurdos a los que se los acomoda (como marcadores). Pero ahora que soy parte del cuerpo técnico (de Ismael Rescalvo) estamos en la búsqueda de chicos para esa banda. Por ahora de la inferiores salió Jackson Rodríguez, quien tiene mucho potencial. Ha mostrado un crecimiento muy importante y lo estamos apoyando para que se pueda asentar en la oncena titular.

Jugó 346 encuentros con la camiseta de Emelec ¿Cómo pudo consolidarse y llegar a ser uno de los capitanes azules?

Publicidad

Con mucho trabajo, responsabilidad y sacrificio diario. Para ser capitán uno debe destacarse en cada encuentro para ganarse el respeto y tener esa posibilidad. Cumplí durante mucho tiempo en Emelec, al que quiero mucho. Todo lo que di por mi equipo es reconocido por los hinchas, quienes me tratan de forma afectuosa en la calle; me piden autógrafos o una foto. Hay aficionados de otros equipos que me muestran respeto con un saludo. Eso es gratificante.

Usted da pocas entrevistas. ¿Es cierto que cada una piensa ‘a qué hora me preguntan por la Noche Amarilla del 2008′? ¿Le molesta que lo relacionen con ese hecho?

Sí, me molesta. Le dan mucha importancia a algo que pasó hace catorce años. Siempre es la misma pregunta y la verdad es que lo que ocurrió te puede pasar en cualquier ámbito de la vida. Yo reconocí, en su momento, que me equivoqué en ese partido amistoso (ante Santa Fe de Bogotá), pero me crucificaron para el resto de la historia. Con todo lo que hice en la década pasada demostré que ellos (los que lo reprochaban) se equivocaron.

¿Fue justo lo que sucedió ese día, con los abucheos? ¿Recibió algún tipo de ayuda psicológica?

Publicidad

Tuvo cosas buenas porque me ayudó a crecer y agradezco que me hayan puteado. Me hicieron poner los pies sobre la tierra y eso me hizo descollar. La verdad, no necesité apoyo tras ese suceso. Yo soy muy caprichoso en cuanto a tratar de revertir las cosas. Soy muy perfeccionista y me dediqué a trabajar en silencio, de ahí me nació la postura de no dar entrevistas. Siempre dije que prefiero que me califiquen dentro de la cancha y no porque salgo todos los días en un medio de comunicación.

Ya con Emelec, tras ese antecedente en Barcelona SC, ganó varias veces el Clásico del Astillero en el Monumental ¿Fueron esos triunfos revanchas para usted?

Cada vez que me puse la camiseta azul en los duelos contra Barcelona yo salía a ganar. A todo futbolista un Clásico del Astillero lo motiva por lo que uno ve en las calles y por el ambiente en el estadio. Todo eso es una inspiración para salir a triunfar. En la final del 2014 los enfrentamos (1-1 de visita y 3-0 en el Capwell) y el trofeo del campeonato nacional que ganamos yo lo levanté como capitán de Emelec.

¿Cómo así decidió volver a Guayaquil en el 2011, tras su paso por Universidad Católica en el 2010, para unirse a Emelec, que tiene tanta exigencia como Barcelona SC?

La verdad es que nunca dudé en jugar por Emelec. Desde que hablé con el presidente Nassib Neme él me mostró su respaldo y cuando debuté en esta cancha (la del Capwell) la hinchada me dio su apoyo. Todo esto fue retribuido con mucho trabajo y entrega con la intención de salir airoso en cada duelo. Lo que quiere el hincha son títulos y se los dimos.

Flavio Perlaza dijo en el 2017 que aunque se retiró en 1987 en sus sueños aún era futbolista ¿Es duro el retiro, en qué sueña usted?

El jugador de fútbol lo será toda la vida. Ya estando estado en la banca (como asistente del DT Ismael Rescalvo) y me han picado las piernas por querer entrar a la cancha, como el Clásico del Astillero del 11 de mayo (1-1 en el Monumental Banco Pichincha). Esos son los duelos que a mi me gustaba jugar y también contra rivales con historia en la Copa Libertadores. Pero ya tomé la decisión de dejar el fútbol y ahora tengo que asimilar que no ingresaré a la cancha a defender a Emelec.

De los cuatro títulos que ganó con Emelec hubo dos que se resolvieron en finales contra equipos grandes. ¿Disfrutó más el obtenido ante Barcelona en el 2014 o contra Liga de Quito en el 2015?

El que conquisté ante Barcelona, sin duda. El tricampeonato tiene un sabor especial porque fuimos el primer equipo de la Costa en dar tres vueltas olímpicas consecutivas. La cuarta consagración (ante Delfín, en el 2017) fue especial porque lo logré el día que mi hija cumplió 4 años y se la dediqué.

Ha estado en toda la segunda era de Neme como dirigente de Emelec. ¿Cómo es el trato de él con los jugadores?

Siempre ha sido muy bueno con los miembros del equipo. Es respetuoso y un caballero en todo el sentido de la palabra. Nos ha dado su respaldo y transmitió seguridad, que es lo que un jugador necesita. Todo esto es importante porque permite rendir al máximo nivel.

Cada vez que Emelec es eliminado en la Copa Libertadores en redes sociales se dice ‘es culpa de Neme, es avaro, no invirtió’. Pero si se revisa, Emelec armó buenos equipos (Miler Bolaños, Ángel Mena, Pedro Quiñónez, Marcos Mondaini, Gabriel Achilier, Jorge Guagua, Juan Carlos Paredes, Ayrton Preciado). ¿Falló la directiva?

Desde la directiva hubo la mentalidad de ganar todo torneo que se disputa. Después, por detalles, se ganan o se queda afuera de las competiciones. Estuvimos muy cerca de llegar a una semifinal de la Libertadores en el 2015, ante Tigres de México (Emelec fue eliminado por el marcador global de 2-1). Al encuentro con los mexicanos llegamos con muchos jugadores lesionados y algunos expulsados. Recuerdo que hasta el Bryan Cuco Angulo, quien es delantero, llegó a jugar de volante porque se lesionó un compañero. A veces, por más esfuerzo que uno hace, la pelota no quiere entrar al arco del rival.

Fue bicampeón con Gustavo Quinteros, y también se coronó con Omar De Felippe y Alfredo Arias ¿Qué aprendió o qué valora de cada uno?

Con Quinteros cambió nuestra mentalidad porque así fuéramos ganando 2-0 él quería que marquemos más goles. Siempre nos motivó para que ganemos por goleada. Después llegó De Felippe, quien era más conservador, pero apuntaba a triunfar. Arias tenía algo de los dos y también quería se trate bien la pelota, que se presione la salida del rival. Siempre nos decía que nos olvidemos de los arcos, que la ocasiones para marcar aparecen solas cuando se toca bien el balón. Arias tenía incorporado un ‘Guardiolismo’ de hacer muchos toques para doblegar al adversario. Tuve otros buenos entrenadores como Gabriel Perrone (en Olmedo), Segundo Cirilo Montaño (Olmedo) y Reinaldo Mostaza Merlo (Barcelona), quien era un personaje.

Con base en su experiencia, ¿les daría un consejo a los jóvenes que llegan a Emelec? Muchos se desesperan por no ser titulares.

En esta y cualquier profesión siempre hay que entregarse mucho para conseguir los objetivos. Que no se conformen y que no se confundan porque si entrenan con el primer equipo no están al mismo nivel que un elemento que tiene 100 partidos jugados en primera división. Además, deben mostrar seriedad y asimilar que si se les exige más es para que estén preparados para asumir el reto cuando salten a la cancha. Es más fácil llegar que sostenerse.

El técnico Rescalvo es blanco de críticas porque no ha sido campeón nacional y no ha superado los octavos en la Libertadores y Sudamericana, ¿Qué le falta a Emelec para lograr esos objetivos?

Se está haciendo un buen trabajo, pero a veces los momentos no están a nuestro favor. En el primer semestre de este año tuvimos a cuatro defensas lesionados y eso nos complicó en el camino. Ojalá que tengamos una muy buena segunda fase en la LigaPro, que arranquemos con una victoria de visita ante Macará. Pero sobre todo que podamos tener un alto rendimiento para ganar esa fase y jugar una nueva final del siglo ante Barcelona para escribir una nueva historia.

¿Habrá Bagüí entrenador?

Sin duda. Nos preparo para eso. Ya me toca estudiar para conseguir el título para poder dirigir en primera. Así que me voy a preparar bien para cuando me llegue la oportunidad para debutar como técnico principal. Estoy agradecido con Ismael Rescalvo porque con base en sus consejos decidí iniciar esta nueva etapa en mi vida.

Se retiró con 39 años ¿Qué le dejó el fútbol?

Mi familia y muchos amigos, gracias a Dios. He recibido muchos consejos y obtenido experiencia. También el fútbol me permitió construir mi hogar con mi esposa y mis hijos. (D)