Cada balón que toca Domagoj Vida en la semifinal entre Croacia e Inglaterra recibe la reprobación del público ruso. No es casual, está claro. El futbolista croata, luego de vencer a Rusia en los cuartos de final de la Copa del Mundo, apareció en dos videos clamando “Slava Ucraini”, es decir, “Gloria a Ucrania”, un grito político que provocó la indignación en el Kremlin.
El eslogan no es uno más: nació en el siglo XX a través de aquellos que lucharon por la independencia ucraniana y volvió a resurgir con fuerza tras los últimos conflictos entre ambos territorios (la anexión rusa de Crimea y la guerra en el Donbass). El jugador, es evidente, no eligió tres palabras al azar.
Vida, tras la polémica que se generó en pleno Mundial, intentó justificar su “Gloria a Ucrania” explicando que fue una manera de agradecer el trato que recibió cuando defendió la camiseta de Dinamo de Kiev, donde jugó cuatro años y medio.
Ahora bien, en este asunto, el que salió por ahora más perjudicado fue el asistente técnico Ognjen Vukojevic, quien aparece en el primer video difundido, al lado del defensor. La federación croata optó por expulsarlo de la concentración. Eso sí: curioso o no, la federación ucraniana ya le ofreció trabajo al propio Vukojevic.
