Es el mejor. Barcelona venció ayer a Estudiantes y se coronó Campeón Mundial de Clubes 2009
Abu Dabi | Efe
El Barcelona acaba de entrar con letras de oro en la historia del fútbol al cerrar 2009 con la actuación más espectacular jamás conseguida por un club, después de sumar ayer su sexto título, con la consecución del Mundial de Clubes en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).
Los Messi, Xavi, Puyol, Valdés e Iniesta (que no pudo jugar) han situado su fútbol y al Barcelona en el epicentro de interés mundial, junto al técnico, Josep Guardiola, un ganador nato desde que decidió sentarse en el banquillo azulgrana.
Lo que acaba de conseguir el Barcelona es único en la historia, pues, además de la Liga española, la Copa del Rey, la Liga de Campeones, la Supercopa de España y la Supercopa de Europa, cierra 2009 con el título del Mundial de Clubes, gracias a su victoria contra el Estudiantes de La Plata, al que derrotó en la final por 1-2, tras una prórroga y gracias a los goles de Pedro Rodríguez y Lionel Messi.
Si insuperable se presenta la marca del Barça, aún más sorprendente es el registro que ha establecido Josep Guardiola, un trotamundos después de que abandonó el Barcelona en el 2001 (Brescia, AS Roma, Al-Ahli SC Doha y Dorados de Sinaloa mexicano) y que desde que decidió sentarse en el banquillo todo lo que toca lo convierte en oro.
A partir de entonces, fue un degoteo constante de trofeos: llegó primer la Copa del Rey, después la Liga y finalmente la Liga de Campeones, y durante el verano redondeó el verano con la Supercopa de España y la de Europa.
Sólo faltaba la guinda del pastel y esta la debió de ir a buscar a la ciudad emergente de Abu Dabi, donde derrotó en las semifinales al Atlante mexicano y al Estudiantes argentino en la final.
Lionel Messi, otra vez
El argentino Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, dio el triunfo al Barcelona en la final del Mundial de Clubes al marcar con el pecho, en el minuto 110, el gol de la victoria (1-2) del conjunto catalán sobre el argentino Estudiantes de La Plata.
Tenía que ser él, Messi, quien estaba llamado a dar la estocada en el partido que debía decidir el campeón del mundo. Un gol suyo, con el pecho, con el escudo, en el minuto 110 rompió la igualdad del Estudiantes-Barça (1-2), para dar al equipo azulgrana un trofeo que se le resistía.
Como en Wembley, cuando el Barça se proclamó campeón de Europa en 1992, el conjunto azulgrana se adentró peligrosamente en la prórroga, de donde volvió a salir campeón.