Grecia buscará en el Mundial repetir lo hecho en la Copa Europea
Atenas | Dpa
Otto Rehhagel ya lo hizo una vez seis años atrás y no quiere desperdiciar una nueva oportunidad para repetirlo: el “Rey Otto” creó verdaderos dioses para el fútbol griego al ganar la Eurocopa de Portugal y espera ascender a una nueva generación al mismo Olimpo gracias al Mundial de Sudáfrica 2010.
El alemán logró en 2004 junto a un verdadero equipo de espartanos, la más impensada gesta del deporte heleno y aquella demostración de confianza absoluta y superación de las propias debilidades sirve hoy de ejemplo para una selección que tiene pocos sobrevivientes de aquella generación venerada. No es difícil elegir como espejo la consagración en Lisboa, no sólo por el éxito en sí sino también porque el único antecedente mundialista terminó en fracaso rotundo: tres derrotas, ningún gol a favor y 10 en contra.
Fue en Estados Unidos ‘94 y el destino quiso que dos de aquellos verdugos volvieran a ponerse en el camino, Argentina y Nigeria, completando Corea del Sur el impredecible Grupo B.
Con los bicampeones del mundo jugando en teoría en otro nivel pese a su mediocre etapa clasificatoria, la plaza restante de octavos queda lo suficientemente abierta como para que Grecia confíe en superar la fase.
A la apasionada magia del capitán Giorgios Karagounis se sumó el desequilibrio de Georgios Samaras, del Celtic de Glasgow, y la efectividad de cara al gol de Theofanis Gekas, del Hertha Berlín. Pero nombres aparte, el lineamiento general es el que impuso Rehhagel desde su llegada al país en 2001 y con el que tocó el cielo pero también se hundió en el barro en las eliminatorias para Alemania 2006 y en la primera ronda de la Eurocopa 2008.
Clasificación
La fase de clasificación para la Copa Mundial 2010 empezó de la mejor manera, con un pleno de tres triunfos en las tres primeras fechas del Grupo 2 en Luxemburgo (3-0), Letonia (2-0) y frente Moldavia (3-0). Ocho goles a favor y ninguno en contra.
Los campeones europeos de 2004 sufrieron el primer revés al caer derrotados en su propio campo frente a Suiza (1-2), su rival más directo. Pese a recuperarse frente a Israel, con un punto a domicilio (1-1) y ganando en casa (2-1), los helvéticos volvieron a ser la piedra de toque griega en un nuevo partido perdido (0-2). La clasificación empeoró con un inesperado empate en su visita a Moldavia (1-1), que dejó escapar a Suiza, y permitió a Letonia rondar las primeras plazas. Sin embargo, el 5-2 endosado a los letones en la penúltima jornada dejó prácticamente asegurada la repesca, que se confirmó con el 2-1 a Luxemburgo en el cierre de la zona. El sorteo de la repesca europea deparó a Ucrania, a la que ya se enfrentó en el fallido camino a Alemania 2006. Tras el 0-0 de la ida en Atenas, Grecia logró imponerse por la mínima en Donetsk (1-0), con el decisivo tanto de Dimitrios Salpingidis.