El técnico holandés de Australia, Bert van Marwijk, sorprendió a muchos cuando incluyó en la lista de 23 para la Copa del mundo de Rusia a un joven de 19 años llamado Daniel Arzani, que juega en el Melbourne City. Algunos medios, dado su origen iraní, hasta especularon que lo hacía para evitar que el país en el que nació le convocara y ya no pudiera hacerlo con la selección de su nuevo pasaporte. Pero no, el seleccionador le convocó porque cree mucho en él, ve al futuro del fútbol australiano en sus botas. Daniel es el jugador más joven de todo el torneo, de los 32 finalistas y tiene un inmenso futuro ante sí.
Daniel Arzani debutó en partido oficial frente a Dinamarca en los minutos finales del encuentro. Apenas si tuvo tiempo de mostrar su clase, aunque desequilibró bastante a la fuerte zaga danesa. Ya había estado convocado ante Chequia y Hungría, dos semanas antes del inicio del mundial.
Su gran pena fue que sus padres, John y Sima, no pudieron ver su debut. Habían viajado desde Sydney, dónde residen a Rusia, pero por problemas familiares debieron regresar a Australia. Debieron conformarse por verlo por la tele. En cambio, como dijo el propio Daniel Arzani, “tuve mucha familia en la grada ante Dinamarca, mi hermano, mis primos y un tío, que me arroparon en un día tan importante y feliz para mí”.
Daniel nació en Irán, pero se trasladó junto a su familia a Sydney siendo un niño. Juega con Australia porque “es el país que nos acogió, que nos dio la posibilidad de mejorar a todos los que vinimos, estoy muy agradecido por ello”. Aunque no olvida “los interminables partidillos que hacíamos con los amigos en las calles de Khorramabad (Irán), la ciudad en la que nací ”. Allí, reconoce, aprendió las fintas y regates, el ser rápido y desmarcarse con pillería, como hace ahora, para escapar del acoso de los más grandes que “imponían la ley del más fuerte”.
Y esa arrogancia natural es la que le encanta al seleccionador Bert van Marwijk, ese descaro innato. Daniel lo justifica así:” Al crecer, jugar en las calles, tienes que tener esa confianza en tí, en tus cualidades, de lo contrario te comerán vivos los otros muchachos”. Y añade que “tienes que creer en ti mismo, incluso cuando cometes un error, y creo que de ahí es de donde obtengo gran parte de mi fuerza y la valoración en mis posibilidades”. Cuentan que los veteranos de Australia le apretaron desde el primer entrenamiento, pero lejos de achicarse pedía el balón siemopre y a más de uno le dejó en entredicho con regates secos o hasta ‘caños’.
Daniel Arzani recuerda en su fútbol a Antoine Griezmann en épocas pasadas. Es menos rematador que el francés, pero juega más el ‘uno contra uno’ por las bandas o en veloces incursiones en diagonal por el medio de la defensa. Su especialidad son las asistencias. Es muy rápido en carrera, tiene cambio de ritmo y un regate explosivo.
Empezó a jugar como futbolista en 2014 en el FFA Centre of Excellence, donde permaneció una temporada y anotó dos goles en veinte partidos de liga. Un año después, en 2016, se fue al equipo reserva del Melbourne City. Su debut con el primer equipo se produjo el 2 de agosto de 2016 en un encuentro de la FFA Cup contra el Floreat Athena FC. En su equipo luce el 14 en su espalda.