Debemos aceptarlo, desde que inició el mundial y desde la primera vez que vimos jugar a Francia, hubo un jugador que siempre logró destacar entre los 11 deportistas: Antoine Griezmann, quien no solo contribuyó a que su selección ganara el Mundial 2018 al anotar un gol en el partido final de Francia contra Croacia, sino que también se ganó nuestra completa atención al convertirse en uno de los jugadores con mayor atractivo en la cancha.
La historia de este indudable prodigio de 27 años, inició en 1991 en Mâcon, donde 13 años más tarde fue descubierto por Eric Olhats, el visor del club vasco en Francia que lo llevaría a formar parte de la Real Sociedad, razón por la que actualmente juega como delantero en el Club Atlético de Madrid de la Primera División de España.
Fue el 2 de marzo de 2010 cuando debutó con la selección nacional de Francia sub-19 en el partido contra Ucrania. Desde entonces su carrera ha ido en ascenso, en el 2010 debutó en la selección nacional de sub-21 y finalmente, después de un largo recorrido lleno de momentos brillantes, en el 2014 fue convocado por Didier Deschamps para jugar con la selección absoluta de Francia por primera vez, situación que más adelante lo colocaría dentro de la lista final de los 23 jugadores que representarían a su país en la Copa Mundial de 2014.
Antoine ha jugado en las Copas mundiales de Brasil en el 2014 y Rusia 2018, con un historial de más de 180 goles en aproximadamente 457 partidos oficiales.
Sin embargo, el cotizado futbolista ya no está disponible (amorosamente hablando), pues lleva una feliz relación con la joven pedagoga, influencer y aficionada de la moda Erika Choperena, a quien Antoine conoció en España mientras jugaba para la Real Sociedad y con quien contrajo matrimonio el año pasado y ahora comparte una pequeña hija de 2 años. ¡Vaya suerte!
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